El TIO PERRUCA

Autor de El tío Perruca

Benigno Suarez Ramos

Autor de El tío Perruca, Benigno Suarez Ramos.

Benigno Suárez Ramos nació en Igüeña (León) el 22 de marzo de 1922.
Su infancia en esta localidad del Alto Bierzo rodeada de montañas
transcurrió en estrecho contacto con la naturaleza, y en ella obtuvo sus
primeros conocimientos relacionados con la fauna y la flora. El interés por la naturaleza le acompañaría durante toda la vida, y allá donde residió se preocupó por conocer el medio natural en el que se encontraba. Llegó a manejar notables conocimientos de montaña y de usos medicinales de las diferentes plantas locales.


Inició su formación en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, donde
profesó los votos de fraile y completó sus estudios de enfermería. Una
educación que, unida a su carácter abierto y sociable, le facilitó el
desarrollo de una activa labor como misionero en los más diversos lugares
del mundo.


Su primer destino fue América Latina, concretamente Viña del Mar (Chile)
y Cochabamba (Bolivia). Tras unos años ejerciendo como misionero en
estas ciudades y en sus cercanías, regresó a Europa para residir un año en
Inglaterra, donde aprendió inglés y donde completó una formación que le
permitiría afrontar nuevos destinos, esta vez en África: Monrovia (Liberia) y Ghana.


Una etapa, la de misionero, que se extendería a lo largo de treinta años y en la que Benigno Suárez Ramos ejerció como enfermero en hospitales de la
Orden y también en consultorios de zonas muy remotas de la selva. Su
trabajo no solo se limitaba a la enfermería, ya que en sus diferentes
estancias se involucraba activamente en la vida social de las poblaciones
locales, ayudando en todo lo que fuera necesario.
Tras volver a España, trabajó unos años como Superior en el Hospital
Psiquiátrico de Mondragón, donde se imprimió la primera edición del libro
El tío Perruca. Fue también allí donde se realizó el grabado que ilustra la portada, y que refleja el icónico encontronazo del inolvidable personaje de ‘Josepín’ con el oso.


Su último destino fue el Sanatorio Marítimo de Gijón para niños con
discapacidad física y psíquica, ciudad en la que estableció su vivienda
definitiva y donde siempre se sintió muy a gusto e integrado.

En cuanto a sus aportaciones culturales, fueron múltiples una vez que
regresó a España, pues, además de escribir la novela El tío Perruca, contó
con una participación activa y continuada en la revista cultural del
Ayuntamiento de Igüeña, El Aguzo, además de firmar el libro La vida en
contrapunto, aún pendiente de edición.


Su pasión por Igüeña se tradujo en establecer en esta localidad su segunda
residencia, y allí solía descansar disfrutando de la familia y de los
espléndidos paisajes del Alto Bierzo. Sus largos paseos por los montes, en
especial a lo largo del valle de Bubín, le permitieron volver a encontrarse –tras una vida entera alejado de su querido pueblo- con los mismos rincones en los que de pequeño se empleó como pastor y donde se enfrentó a otras duras labores ligadas a la economía de subsistencia.


Falleció en Burgos el 9 de mayo de 2005.